“La poesía maya es un acto de resistencia, estamos plasmando nuestro mundo en letras”, expresó la poeta Sasil Sánchez Chan, quien luego de incursionar desde muy pequeña en la literatura, se percató de la fuerza de la palabra; y de que no todas las personas las percibían desde su misma óptica. “Y no porque no quieran, sino porque en un mundo globalizado a veces perdemos de vista muchas de las cuestiones que nos alejan de quienes somos”.
En su comunidad, Sasil aprendió a leer y escribir en su lengua, la maya, lo que le brindó la posibilidad de expresarse a través de las letras.
Han pasado dos años desde que publicó su primer poemario en lengua maya: U yóol t’aan (Esencia de palabras) con el que emprendió una búsqueda del sentido de la palabra. Muchos de los textos que lo integran se basan en ese tema.
“Qué significan las palabras dentro de lo que enunciamos, lo que codificamos en ellas y lo que en sí podríamos entender; por ejemplo, por la palabra ‘hombre’, ‘respirar’, ‘vivir’, todas ellas, que aparentemente están definidas, pero que desde una perspectiva diferente a la occidental tienen su propia concepción”, explicó.
En los conceptos que engloban contextos complejos radica la belleza y complejidad de cualquier idioma, consideró la poetisa, pues cada uno tiene dentro de su estructura lingüística palabras que al momento de traducirlas pierden gran parte de su significado original.
“La palabra tiene fuerza, alma y espíritu; y cada una de estas características les da un techo, no sólo en un contexto poético, sino también en el que nos desenvolvemos para entender el mundo. Eso es lo que da la complejidad y belleza que necesita la poesía”, señaló.
No sólo para leer, dijo, sino para comprender e involucrarnos en el mundo del autor, desde la perspectiva que plantea cuando hace los textos.
En ese sentido sentenció: “qué bueno que existan espacios, que haya concursos e instituciones que apuestan por esto, pero aún falta mucho para descentralizar los programas existentes y las convocatorias; también hay que cambiar la perspectiva de cómo se define la literatura maya, desde su propia concepción”.
La escritora reiteró que hay mucho talento en las comunidades del interior del estado, así sean las más apartadas, pero las oportunidades en ocasiones se encuentran únicamente en las cabeceras municipales o en la capital yucateca, lo que es una limitante para estas expresiones.
No se puede definir la literatura maya bajo los mismos estándares que la occidental, declara la poetisa de Xaya
“De no ir a la ciudad, no hubiera encontrado las posibilidades para hacer lo que hago, a diferencia de alguien que no ha salido de la comunidad. Con esto no quiero decir que tengamos que salir, al contrario, destacar la necesidad de que las oportunidades también lleguen a nuestros pueblos”, acotó.
Mencionó que la literatura en lenguas originarias es un arma para combatir esa realidad; y también para mostrarla. Para mirar desde la perspectiva de quien escribe. Lo que sucede con la maya, mencionó, es que tal vez sea una persona la que redacta, pero en la realidad involucra a la colectividad en la que vive.
Escribir en lenguas originarias, añadió, es un acto político; y no solamente en el caso de la poesía, sino en general. “Sobre todo, pensar que la poesía no es sólo la que hemos aprendido, sino como pueblos originarios hemos escrito en muchos espacios además del papel, como la ropa, la tierra y todo lo que nos rodea”.
“La poesía en maya me lleva a pensar a que es un acto de resistencia, de presencia en este mundo; no únicamente por el uso del idioma, sino también por lo que ahí estamos introduciendo, estamos plasmando nuestro mundo en las letras; y ahí radica la importancia de poner en palabras lo que estamos viviendo”, sentenció.
Para Sasil, la pandemia representa la oportunidad de tener un primer acercamiento con las letras; y también para seguir escribiendo, porque “hay que seguir caminando y resistiendo”. A quienes buscan incursionar en la literatura en lenguas originarias, les exhorta a no dejarse abrumar por lo que han aprendido que son las cosas, sino a redefinirlo y continuar escribiendo.
Ilustración Soy la Mujer por @jacaranjas