El Guardián de las Palabras
David Kirschner
Contaba solamente siete años la primera vez que tuve plena conciencia de cuánto pesa un libro. El
Guardián de las Palabras, de David Kirschner, llegó a mis manos a mediados de los 90 por iniciativa de uno
de mis primos más queridos. Su textura, sus olores, y sobre todo sus ilustraciones, me cautivaron al grado
que leerlo cada semana se convirtió en un ritual. Era una invitación a la lectura.
Muchos años después, en alguna charla entre la clase de química y la de inglés en la secundaria, me “rolaron” una copia de La Senda del Perdedor, de Charles Bukowski. Recuerdo maravillarme por la irreverencia de este personaje.
“¿Neta hay más libros así?”, pregunté; y tuve la fortuna de contar siempre con quien satisficiera aquel morbo que no
era necesariamente ajeno a la dinámica adolescente.
Otro encierro involuntario, tras varios años, fue lo que volcó de lleno mi mirada hacia los libros. No son pocas las ediciones que han desfilado por los gastados anaqueles de mi habitación. Muchos están en “stand by”, a la espera de su próximo lector, porque los libros son para compartir.
Todos ellos menos uno, el más pesado. El Guardián de las Palabras sigue ahí, cogiendo polvo y recordándome la historia del ansioso Richard Tyler, quien luego de extraviarse en una biblioteca perdió el miedo y salió
a enfrentarse con el mundo.
Siempre tuve la sensación de que Tyler se convirtió en Holden Caulfield.
Juan Manuel Contreras - Reportero
Un hilito de sangre
Eusebio Ruvalcaba
He de confesar que hace tiempo leía géneros literarios más por gusto, ahora
leo documentos en relación a mi labor periodística, teoría e información constante que me permite estar al día
de la situación que sucede a mi alrededor.
Sin embargo, atesoro en mi memoria libros que por alguna razón me han marcado y uno de ellos es Un
hilito de sangre de Eusebio Ruvalcaba, pues ha sido una de las lecturas más agradables en mi vida, era
como escuchar la voz del propio autor.
De igual forma, acercarme a este libro fue descubrir que se puede escribir bien y de manera honesta
sin utilizar precisamente términos rimbombantes.
Itzel Chan - Reportera
El túnel
Ernesto Sábato
No puedo pensar en un sólo libro que me haya marcado la vida, por más que
lo intente; pero puedo intentar mencionar algunos que me apoyaron en ciertos momentos de mi vida; uno de ellos es El túnel de Ernesto Sábato. Lo leí para una materia sobre literatura, donde me encargaron leer un libro, el que fuera.
En ese momento no era un asiduo lector. Así que acudí a la biblioteca de mi facultad para encontrar algún
ejemplar para esta clase, revisando las pequeñas sinopsis de los libros en los estantes llegué a El túnel.
No fue algo mágico, sólo me llamó la atención la historia que leí en la parte de atrás y el diseño del libro, pero al adentrarme en sus páginas me cautivó. Me sentí identificado. Una vida vacía, como un túnel oscuro sin una salida, lleno de soledad, y luego una mujer, la única que le había prestado un poco de atención, que hizo que su vida, que su
túnel encontrara un poco de luz, algo de esperanza.
El lobo estepario de Herman Hesse me ayudó en un momento muy complicado, marcado de una profunda
depresión, un hastío por la vida, por el mundo material y consumista, donde nada parecía tener sentido. Caminar sin rumbo, estar presente pero ausente, sentimientos de tristeza y pensamientos suicidas. Me ayudó a trabajar con este sentir.
El evangelio según Jesucristo, de José Saramago, reafirmó mi postura atea y mi desprecio hacia la Iglesia como
institución y a la religión católica, de cuestionar todo lo que me habían inculcado desde pequeño, en mi familia altamente conservadora y católica. Una religión que ha cometido muchos crímenes en nombre de un Dios que
no existe o si lo hace, no le interesa su creación.
Abraham Bote - Reportero
Edipo Rey
Sófocles
Edipo Rey fue mi primer acercamiento a la literatura, forma parte de Las siete tragedias de Sófocles.
Mi padre guardaba celosamente en su ropero una edición muy antigua que yo
hojeaba sin entender, pues era un niño de 6 años que apenas comenzaba a leer.
Al descubrirme, me platicó efusívamente la trama.
Lo recuerdo llevando sus manos a la cara para simular que se sacaba los ojos como el Rey de Tebas: “cuando Edipo se dio cuenta de que el Óraculo de Delfos había vaticinado certeramente su destino, decidió sacarse los ojos,
por haber procreado con su madre y se fue a vagar por el mundo con su hija, Antígona”.
A mi vecindario llegaba un violinista con las cuencas de los ojos vacías que llevaba en la caja de su instrumento gomitas de azúcar para regalar a los niños y así recolectar mejores propinas; lo acompañaba una muchacha famélica.
Toda mi infancia tuve la convicción de que ese músico y su lazarillo eran los personajes que me regaló
mi padre.
Andrés Silva - Coordinador de edición impresa
Guía del autoestopista galáctico
Douglas Adams
La Guía ha dejado un rastro en la memoria de quienes seguimos este recorrido galáctico que empieza cuestionando la prudencia de que los seres hayan salido de los mares, incluye la respuesta de
la vida, el universo y todo lo demás, e introduce a personajes espectaculares, como una ballena que cae en el espacio mientras analiza su identidad. Frases extravagantemente creativas guían un viaje que hace cosquillas a
la mente mientras espera que la normalidad regrese.
Sabina León - Directora editorial
Música, sólo música
Haruki Murakami y Seiji
Ozawa.
Una rara conversación entre un escritor melómano y un director de orquesta
sobre la intrerpretación del concierto para piano y orquesta número 3 en Do menor de Beethoven (entre otros) nos lleva a una zona filarmónica única de la literatura que raya el periodísmo de largo aliento en Mi.... mayor. Con M de
Murakami. Raro.
Fabrizio León - Director
El Filósofo y el Lobo
Mark Rowland
El Filósofo y el lobo, de Mark Rowlands, es un libro que debe estar de ‘cajón’ en
cualquier biblioteca: con su enfoque filosófico, me llevó de la mano a las experiencias del Profesor Mark y su
lobo, quienes vivieron juntos por años.
Es una obra llena de sabiduría que permitió redescubrirme y analizar cómo llevo el amor, la justicia,
la felicidad y la amistad con mis allegados, con el prójimo, ademas de que contiene lecciones de
Nietzsche, Epicuro y otros filósofos.
Sin duda, es un libro regalado por una persona muy especial y cuya lectura me marcó. Pensar en el momento
cuando lo leí me hace sentir nostalgia, porque era mucho más joven que ahora y sin duda, cada vivencia te hace caminar por el valle de la experiencia emocional.
Sandra Ramírez - Coordinadora de redes sociales
La primera mano que
sostuvo la mía
Maggie O’Farrell
La primera mano que sostuvo la mía, de la escritora irlandesa Maggie O’Farrell,
es una novela que habla sobre la maternidad. Una historia que avanza con dos hilos narrativos sin aparente conexión hasta que la trama, pieza a pieza, forma un rompecabezas perfecto con un final sorprendente y
emotivo.
Mirna Abreu - Coordinadora web
Los Descubridores
Daniel J. Boorsti
Ficciones
Jorge Luis Borges
Animal Farm
George Orwell
El Llano en Llamas
Juan Rulfo
Si mañana debiera llevarme tres libros a un aislamiento social eterno, me
llevaría Los Descubridores de Daniel J. Boorstin, para nunca olvidar la historia armoniosa y complementaria de los descubrimientos que nos hicieron civilizados y humanos. Tomaría también Ficciones de Jorge Luis Borges, para que la imaginación no me faltara para
construir nuevos mundos y, finalmente, ahí estaría Animal Farm de George Orwell porque la historia es un terrible cuento de hadas de sueños arrebatados, pero no por ello vamos a dejar de
soñar. Claro, en el bolsillo de la chamarra llevaría escondido El Llano en Llamas de
Juan Rulfo para aprender
a escribir, leer y no dejar de
ser, también, mexicano.
Ulises Carrillo Cabrera - Director ejecutivo
El pequeño mundo de
Don Camilo
Giovannino Guareschi
Más que una serie de
cuentos protagonizados casi siempre por un sacerdote (don Camilo), el
alcalde comunista (Pepón) y el Cristo de la parroquia de un pequeño pueblo a las orillas del
río Po, relatos que dieron pie a películas cómicas, a Don Camilo hay que leerlo
como un manual para entender a una sociedad
dividida tras la Segunda Guerra Mundial. La primera impresión es que se trata de lecturas breves,
planeadas para entretener al lector.
Para mi caso, Don Camilo fue una lectura infantil a la
que le he ido encontrando mayor complejidad conforme pasa el tiempo (y
uno envejece), hasta encontrar en los tres personajes centrales el espejo
de una Italia escondida tras una máscara de comicidad, una máscara para ocultar una urgente
reconciliación.
Felipe Escalante Tió - Jefe de mesa de redacción
Homo videns: la
sociedad teledirigida
Giovanni Sartori
Este libro publicado hace dos décadas pareciera más vigente que nunca. Lo
descubrí en una biblioteca durante la secundaria y e impactó en mí al grado de detonar una enorme curiosidad por la comunicación y los medios digitales, materia a la que he dedicado mi vida profesional.
De contenido polémico, fatalista y casi apocalíptico es una tesis en la que el mismo autor quisiera estar
equivocado. Trasladado al presente en un mundo de Internet y redes sociales, tiene conceptos que día a día me acompañan y cobran cada vez más sentido.
Israel Mijares - Director digital
”Los libros recorridos”
Sidharta sería el inicio de la
aventura que el Muro y la Náusea dejarían en mi juventud
para entender del Lobo Estepario la salvia del ser. Hyperion
sería el salto mortal que dejaría
las ansias de sagas de ficción
científica o histórica, donde
Dune sería la continuación
complementaria de mi aventura por aquella de Los hijos de
la tierra con Ayla del Clan del
oso cavernario, de ese futuro
soñado y pasado posible pero
de un presente inesperado La
guía del autoestopista galáctico. Y si de libros especiales por
su construcción, La historia Interminable o por su contenido
que te explota la mente Arde la
imagen y aunque no hay comparación con un Arreola o un
García Marquez, no podemos
dejar de lado la poesía de un tal
Sabina o de Sabines por igual.
Juan Salvador Rivera -
Editor de fotografia
La resistencia
Ernesto Sabato
EMíin ts’o’ok máan ja’abo’ob
beeta’ak le ts’íiba’, ba’ale’
yóok’lal ba’ax táan u yúuchul
te’e k’iino’oba’ yéetel pak’be’en
k’oja’ane’, le xookila’ óoli’ ku
beetik u súutul k ich ti’al k paktik
máaxo’oni’, máax láak’intiko’on
yéetel bix le xíimbal táan k
beetik te’e yóok’ol kaaba’. Ma’
táan u páajtal in wa’alik wa
kin na’atik tuláakal ba’ax ku
yúuchul, ba’ale’ u ka’ap’éel
tukulta’al ba’al, kex ts’o’ok u
máan k’iine’, ku óol ts’áak u
yóol tuláakal ba’al ku yúuchul
to’on sáansamal.
U p’áatal máak te’e lu’uma’,
ka’alikil u yilik yaan máax ma’
táan u béeykunsike’, ku ye’esik
to’on u wáayil kuxtal tu táan
tuláakal ba’ax bak’pachtiko’on.
Óoli’ leti’e ku xo’okol te’ela’, óoli’
ku núukik ten ba’axten beey u
yúuchul ba’alo’.
Sasil Sánchez - Editora K’iintsil