En Yucatán ha aumentado la oferta
de actividades dedicadas a la promoción de la lectura en los últimos
años, lo que no sucedía hace por lo
menos dos décadas. Eso, habla de
la importancia que ha adquirido
este hábito en el estado, señaló Rosely Quijano León, jefa del departamento de Fomento Literario y Promoción Editorial de la Sedeculta.
Más que un incremento, la maestra asegura que siempre ha existido inquietud en las juventudes
por la lectura. Decir que los jóvenes
no leen es un estereotipo, subrayó,
pues la realidad es que diversas
estadísticas demuestran que es el
sector más interesado en leer.
“Tal vez no leen lo que pensamos los adultos o quisiéramos los
maestros, pero los jóvenes son los
que más leen en definitiva”, agregó.
Quijano León, quien ha trabajado con jóvenes por muchos
años, señaló que la premisa para
incentivar este hábito es que elijan lo que más les llame la atención. Darles libertad para que escojan la lectura que desean y no
minimizar el libro, autor o tema
de su preferencia.
“Debe existir libertad para que elijan. Si quieren incluso iniciar con comics, como lo hacen muchos; con novela gráfica. En fin, acercarse a la lectura debe ser un ejercicio que se lleve a cabo en completa libertad y como mediadores nos toca mostrarles más opciones”.
En ese sentido, la maestra Rosely
destacó que la emergencia del internet ha jugado un papel preponderante en la promoción de la lectura,
pues se trata de una herramienta
que brinda acceso a otras posibilidades, como los libros digitales.
“Para las nuevas generaciones,
que desde pequeñas se adentran a
esta modalidad, es una herramienta
fundamental que abre posibilidades
a acceder a la lectura. Es un ejercicio importante el que se hace al leer
en digital”, mencionó.
Además, dijo, con la pandemia
las personas se han ido adaptando.
Incluso quienes se resistían a leer
en las pantallas se han habituado
paulatinamente a estas nuevas plataformas y sus modos de leer.
No obstante, aclaró que estas
nuevas modalidades no ponen en
riesgo los libros físicos. Nunca un
formato ha sustituido al otro, acotó;
sino los formatos van mudando y en
este caso, se complementan.
“El libro en físico va a seguir
existiendo por su necesidad; y el digital
no va a hacer que desaparezca.
Son complementarios”.
Para la profesora Rosely Quijano,
incentivar la lectura en el estado es
cuestión de no solo verla en el discurso
o momentos como fechas emblemáticas; sino que esté presente en las
prácticas sociales de todos los ámbitos.
“Pensarla como realmente es,
una práctica social que debe llevarse a diferentes espacios. Lo que
hace falta es verla de manera más
cotidiana y no como un ejercicio
intelectual o académico que solo se
efectúa dentro del ámbito escolar o
cultural. Verla en cualquier espacio y
momento”, sentenció.
Desde su perspectiva, la lectura
contribuye a abrir la mente a nuevas
posibilidades; a entender al otro.
“No coincido con la idea de que
leer nos vuelve mejores personas,
porque no es verdad; pero sí nos
permite abrir nuestra interpretación del mundo y es lo que necesitamos: ciudadanos más conscientes,
pensantes y la lectura nos ayuda a
desarrollar el pensamiento crítico”.
La escritura, añadió, también
es un ejercicio de importancia;
y no solo para quienes publican,
sino como algo terapéutico, pues
es una manera de sacar lo que llevamos dentro y traducirlo en palabras. Es una forma de exteriorizar
los sentimientos.
En Yucatán se cuenta con una cantidad importante de creadoras y
creadores literarios. Es cada vez más
gente la que se interesa en este rubro
y la maestra Rosely consideró que
hay un auge en cuanto a la narrativa,
específicamente al género del cuento.
“Esto es muy interesante, pues
la entidad se caracterizaba en otros
tiempos por la poesía; y hoy estamos en un auge de la narrativa”.