“La lectura es una herramienta de
vida más que de educación académica”, destaca Rosario Vivanco, fundadora y directora de Libros libres,
una iniciativa ciudadana de fomento
a la lectura en Playa del Carmen.
Considera que el sistema educativo
en México está mal ya que el abordaje
que se hace de la lectura es como una
herramienta académica, para educar;
en cambio “si tú incitas al niño a leer
por diversión, por entretenimiento,
va a ser mucho más fácil y por sí solo
va a tomar el hábito”.
En marzo pasado, la iniciativa Libros libres cumplió su sexto aniversario y lo festejó con un intercambio en el planetario de Solidaridad;
anunciaron que cada mes retomarán estas actividades, tras un año
paralizados por la pandemia. Con
el apoyo de voluntarios y personas
amantes de la lectura, durante seis
años han hecho varias dinámicas.
La principal actividad que realizan es el intercambio de libros.
Organizan cacerías de libros en el
primer cuadro de la ciudad, rallies
familiares relacionados con la literatura y diferentes dinámicas para
acercar a la comunidad a la lectura.
Cuatro veces al año hacen siembras masivas de libros: siembran
100 o 200 libros en las colonias de la
ciudad, “se dejan en lugares públicos para que la gente los encuentre
y los lea, les dejamos una notita
invitándolos a leer y volver a liberar
el libro para que alguien más lo lea
o a asistir a nuestros intercambios”.
Rosario destaca que hay una comunidad lectora en Playa que busca
el acercamiento con esta iniciativa,
que suma más de 8 mil 500 seguidores en Facebook: “En Playa se lee,
son muchas las familias que están
tomando conciencia de la importancia de la lectura en la formación
de nuestros hijos”.
Playa del Carmen, una ciudad
de más de 200 mil habitantes, sólo
cuenta con dos librerías comerciales: una en plaza Las Américas y
otra en la Quinta Avenida.
“Desgraciadamente en Playa, por
la estructura social que tenemos, la
población es flotante, no tenemos
mucha raíz, somos una sociedad
nueva y como tal nos hace falta
mucha cultura, tener una identidad
propia y la lectura puede ser una heramienta para crear esa identidad,
ayudar a cimentarnos como personas y por ende, como sociedad”,
opina la promotora cultural.
Considera que la ciudad va por
buen camino, con un crecimiento
tanto artístico como cultural
muy grande, “tenemos artistas y
promotores culturales que están
creando, son perseverantes y siguen en la lucha”.
Rosario Vivanco resalta que, para
muchos, la lectura fue un refugio
durante la pandemia y que aumentó
el número de personas que lee y el
número de libros de lectura en quienes ya tenían el hábito.
“Una persona que lee en automático su criterio se amplía, tiene otra
visión de la vida y unos alcances
mayores al momento de discernir”.
En cuanto a los títulos que más se leen, Rosario Vivanco señala que “seguimos leyendo los clásicos porque la lectura al final es una actividad guiada por las recomendaciones la gran mayoría de las veces, muchas personas se van por lo que les recomiendan” Actualmente Libros libres mantiene una línea de fomento a las plumas femeninas latinoamericanas: “Me parece que es muy importante reivindicar todas estas plumas que desgraciadamente no han tenido el impulso o la difusión que se merecen y son muy talentosas”. Como ejemplo, cita las mexicanas Rosario Castellanos, Elena Garro, Laura Esquivel, Gabriela Jáuregui o Sofía Segovia y su obra El murmullo de las abejas, así como Amparo Dávila y su colección de cuentos siniestros; la brasileña Clarice Lispector; Marcela Serrano, de Chile; la española Rosa Montero e Ingrid Rojas, de Colombia. “Hay que hablar de nuestras escritoras y difundirlas para que las nuevas generaciones sepan que también hay mujeres que han escrito y siguen haciéndolo. Atrévanse a leer... leer libera”, concluye la promotora cultural.