Hace nueve años, Claudia Palomo
impulsó un nuevo concepto en
Playa del Carmen: el trueque de libros, “para que los libros siguieran
su camino y tuvieran una segunda
oportunidad”. Así nació Il Quinto
Cavaliere, una librería con más de
3 mil títulos en siete idiomas.
“Soy una gran lectora, entonces veía que era muy difícil
acceder a los libros, sobre todo
por su precio, y empecé a pensar
en una manera de poder tenerlos
sin que nos lesionara tanto el
bolsillo”, recuerda.
Primero puso su biblioteca personal a disposición de la comunidad: “Era una mesa donde coloqué
mis libros y decidí intercambiarlos.
El concepto que creé es que trajeran dos libros y se llevaran uno”.
Después percibió que, al ser
Playa del Carmen un lugar cosmopolita y turístico, llegaban libros
en otros idiomas, por lo que decidió ampliar el concepto: “Se volvió
un lugar donde puedes encontrar
libros en al menos siete idiomas”.
En Il Quinto Cavaliere, “escondido” en la colonia Ejidal, en la
calle Primera Sur entre 60 y 65,
frente al parque La Ceiba, pueden
encontrarse títulos en español,
inglés, alemán, italiano, francés,
holandés o ruso. En total son 3
mil 717 ejemplares en exhibición.
Los más extraños o inusuales son
sobre satanismo y demonología, y
el más antiguo, De Santa Anna a la
Reforma, data del año 1903.
En la librería Il Quinto Cavaliere, ubicada en la colonia Ejidal de Playa del Carmen, hay más de 3 mil títulos en siete idiomas, como italiano y ruso
“Actualmente tenemos un gran
público europeo y americano de
habla iglesia porque ellos sí tienen
la costumbre de estar intercambiado, este concepto existe al menos en Estados Unidos, además de
que los libros en inglés son ediciones muy baratas, que llamamos de
bolsillo”, explica la entrevistada.
Por el contrario, en el caso de la
lengua española, “es un poco más
complicado porque los mexicanos
tienen un apego hacia sus libros,
como que son algo muy personal y no quieren dejarlos, en algunos
casos incluso los coleccionan”.
Claudia Palomo destaca que
aunque en estos nueve años se han
hecho de un público, es muy triste
que el libro sea “lo último que la
gente busca”. Su labor, menciona,
es más altruista, pues tanto ella
como sus colaboradores que atien-
den el lugar son voluntarios.
“Lo hacemos para que los libros
estén bien porque es como un albergue para ellos, tienen que estar
bajo un ambiente seco, siempre
hay que limpiarlos, ponerles el
aire acondicionado a cierta temperatura porque si no se echan a
perder”, narra.
Además del intercambio los
lectores pueden comprar las obras
por una cuota de recuperación de
30 pesos, lo que les ayuda a cubrir
los gastos de operación.
“Hemos tratado de buscar apoyos sin conseguirlo, hicimos una
llamada de auxilio en la página de
Facebook invitado a la comunidad
a que dejara una donación de 20
pesos y se llevara un libro, para
tratar de sobrevivir”, asegura.
Para concluir, Caluda invita
al público a que los visite, “que
vengan a intercambiar en esta
que es la única librería de este
tipo en la Riviera Maya y nos
ayuden a subsistir”.