Astrid Sánchez Sinanché, Yucatán

Día Mundial de las Abejas: El apiturismo, respeto y preservación

Una ruta en Sinanché incluye cata de miel e interacción con las colmenas

¿Recuerdas el sonido de ese mosquito que no te deja dormir por la noche? Multiplícalo por miles, mejor aún, imagina un millón de mosquitos zumbando simultáneamente. A eso suena una colmena de abejas luego de ser rociadas con humo para poder interactuar con las personas.

A una hora de Mérida y a tan sólo 15 minutos de la playa de San Crisanto se ubica Apiturismo Sinanché, una propuesta que ofrece una ruta para conocer de cerca a las responsables de producir la mejor miel de Yucatán.

“¿Están listos para el viaje a la Luna?”, pregunta Benigno Ramírez, guía y representante de la compañía. Y es que con los trajes de apicultor, que incluyen overol, botas, guantes y velo de protección, precisamente los visitantes parecen astronautas.

Pero la aventura no es en el espacio sino en una vereda a unos cuantos metros de las cabañas donde previamente se da una explicación sobre la producción de miel, los tipos de abeja y se realiza una cata de las diferentes cosechas del dulce en la zona.

El clímax del recorrido es la interacción con las abejas apis y los zánganos que conviven en una colmena que tiene aproximadamente un millón de insectos, lo que se traduce en miles de aguijones rondando tu cuerpo.

El encuentro debe de realizarse con el traje especial y con ayuda de un ahumador, que evita que las abejas se estresen. La demostración permite un acercamiento extraordinario: las abejas chocan contra el velo que protege el rostro, el zumbido es similar al de varios motores encendidos y es posible observar y hasta tocar a las obreras.

“Traigo a las personas al hábitat de las abejas teniendo un respeto a las condiciones naturales. Esta actividad muestra, preserva, educa y transmite información de las apis y las meliponas (que es la especie endémica de Yucatán). Es como un deporte extremo, el hecho de vestirte como apicultor y estar presente entre millones de ellas es una sensación única”, explica Benigno.

Para el apicultor el turismo con abejas permite dar un valor agregado al insecto que ya es muy apreciado en el estado no sólo por la miel sino por todos los productos que se obtienen de cada colmena que pueden ser medicinales o cosméticos, como el propóleo o la crema de jalea real.

Apiturismo Sinanché nació oficialmente en 2017 y destaca la oferta de una experiencia con las abejas sin correr riesgo para los visitantes y para los insectos.

“Se invade lo menos posible el espacio de las abejas y los recorridos son encabezados por personas dedicadas a la apicultura, quienes son expertas en el manejo de colmenas”, comenta Benigno.

Con un costo de 170 pesos por persona, el paquete incluye la interacción y la visita a cinco cabañas: una para conocer la historia del municipio de Sinanché; otro espacio para recibir una explicación sobre la apicultura y las abejas productoras, así como su función dentro de la colmena; la tercera parada es en el meliponario, donde hay cata e interacción con las meliponas, productoras que no tienen aguijón; una cuarta visita es para probar las siete variedades de miel que se producen en el apiario y la quinta cabaña es para realizar una vela con la cera extraída de las colmenas.

Las personas que no quieran acudir al apiario y únicamente elijan las cabañas pagarían 50 pesos menos y no requieren el uso del traje.

Al final, los turistas pueden adquirir los productos naturales que se fabrican en el apiario: botellas de miel, frascos de polen, gotas de propóleo, jabones y cremas corporales.

Apiturismo Sinanché apenas comienza el camino a la recuperación luego del cierre por la pandemia y de los estragos que dejaron los huracanes y las tormentas tropicales del año pasado, que ocasionaron destrucción en las instalaciones y afectaciones en las colmenas.

Los recorridos se realizan bajo el protocolo de seguridad para reducir el riesgo de contagio de Covid-19 y son exclusivos para personas que vayan juntas, no hay un acercamiento entre desconocidos, como medida de prevención.