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Presentación de La Jornada Maya on line en

la FILEY 2015

Galería · Presentación de La Jornada Maya

Discurso de presentación de

La Jornada Maya

 

 

Fabrizio León Diez

Director de La Jornada Maya

 

Cuando un grupo de artistas, intelectuales  y pensadores sociales, se reunió para crear el periódico La Jornada y dar expresión a los mexicanos de a pie, de la calle hace treinta años, México entero estaba sumido en la violencia, en los escándalos de corrupción, en la frustración electoral (acuérdense: no había campañas electorales parejas, no había elecciones legítimas, ni había partidos políticos que pudieran competir realmente por los puestos de elección). Nuestro país estaba sumido en la desorientación, en el desasosiego de los jóvenes que no podían estudiar, y si estudiaban no podían trabajar; sumido en el dispendio de nuestros recursos naturales, en el desprecio oficial para los creadores del arte y para los investigadores científicos.

 

En este tiempo, nacieron nuevos partidos políticos que luego se dividieron, subieron y cayeron innumerables gobernadores, caducaron y se reformaron leyes, han habido terremotos, explosiones, inundaciones y huracanes devastadores...

 

La Jornada ha sido testigo y cronista de la transformación que ha sufrido el país: entrevistó a los presidentes, líderes de la oposición, a los dictadores, a los campesinos; visitó residencias, embajadas, cárceles, campamentos de damnificados; viajó junto a los emigrantes, junto a los deportados, junto a las madres centroamericanas en busca de sus hijos perdidos; convirtió la fotografía en una parte del discurso editorial, innovando en la historia moderna del fotoperiodismo y del diseño gráfico de la información. A lo largo de su camino, La Jornada ha sumado simpatías de todos aquellos que buscan un mejor país: los intelectuales, los pintores, músicos, los científicos, los tomadores de decisiones, los empresarios conscientes. También ha provocado grandes enfados: políticos corruptos, empresarios avorazados, burócratas al servicio de cochupos, y ha tenido que enfrentar reducciones alarmantes en los flujos de publicidad. Esta es la nueva forma de la censura contra los medios: cerrarles el mercado y la publicidad. Los jornaleros, pensamos que este periódico es garantía de la democracia y de la paz, y que la sobrevivencia de un medio como el nuestro es interés y responsabilidad también de las instituciones públicas. Humberto Eco, el filósofo más importante de nuestra era, reunió a periodistas de varios países de Europa, y concluyeron que el periodismo sigue siendo necesario para la evolución de las sociedades modernas. Ante la fuerte crisis del periodismo impreso, se han dado intentos muy interesantes para reacomodar a los periódicos en el mercado: algunos periódicos han pedido que se les perdone el pago de los impuestos, que pueden llegar a ser mortales para empresas periodísticas pequeñas, como la nuestra; en otro caso, en Francia, Le Monde Diplomatique fue nombrado “Bien Inmaterial de la Humanidad” por la Unesco, con lo que el gobierno francés, está obligado a mantenerlo con vida. Nosotros aquí, queremos crear nuestra propia forma de sobrevivencia, en una relación profesional con gobierno, empresarios, y con nuestros lectores.

 

Yo, Fabrizio León,  soy solamente un emisario. De parte de la Directora de La Jornada nacional, la señora Carmen Lira, quiero extenderles la más sincera gratitud por recibirnos. Venimos, en medio del caos nacional,  a pedir refugio. En nombre de los que hacen La Jornada en la Ciudad de México, Josetxo Zaldúa, Elena Gallegos, Luis Hernández, Hugo Gutiérrez Vega, Luis Linares, en nombre de todos los lectores y protagonistas de este periódico, doy las gracias, por permitirnos realizar en la Península de Yucatán este nuevo proyecto de expresión social.

 

Anoche, cuando empecé a hacer esta presentación, quería decir que México había cambiado, que había mejorado. Quería hacer un paisaje rosa y feliz para presentarles a ustedes este nuevo proyecto. Tristemente, me encontré con un México muy parecido al de hace tres décadas: sumido en la corrupción, en la violencia,  en la incertidumbre... Hoy como hace treinta años, estoy convencido de la necesidad de un periódico donde puedan hablar los mexicanos sabios, los que quieren vivir en un país igualitario, autosustentable, creativo, pacífico. Los que entregan a ese país el trabajo de todos sus días. La Jornada sigue siendo una necesidad vigente, y en el generoso recinto de la Feria Internacional de Lectura Yucatán, les presentamos La Jornada Maya en Internet.

 

Desde hoy, los visitantes de esta página verán un nuevo rol de la fotografía, del video y del sonido en la información editorial, en un diseño muy limpio y fácil de entender, que permite una interacción de los usuarios. Podrán comentar, preguntar, opinar, compartir sus ideas y sus propuestas. Ustedes, podrán coolaborar en este nuevo espacio. En poco tiempo habremos de salir en nuestra versión impresa, ya que este proyecto tendrá como ingrediente fundamental, durante mucho tiempo, el aromático y chasqueante papel.

 

En realidad ustedes, las yucatecas y los yucatecos, los mayahablantes, mayapensantes, y todos los habitantes del sureste peninsular, son depositarios  del componente existencial más valioso de este país: saben escuchar, saben observar, saben trabajar, saben leer... Cuidan sus tradiciones, cuidan a los abuelos, y han hecho suyos los beneficios de la tecnología moderna. No venimos a hablar sobre ustedes, venimos a hablar con ustedes... venimos a pedirles que nos cuenten sus problemas, sus historias, sus vidas, para fortalecer un oficio centenario y reconstruir el periodismo del futuro desde aquí, desde la Península de Yucatán, con La Jornada Maya.

 

Muchas gracias