Joana Maldonado Chetumal, Quintana Roo

Con piquetes de abejas, Rangel Avendaño trata males físicos y emocionales

Apiterapia utiliza los puntos meridianos de la acupuntura para normalizar el sistema inmunológico

Alberto Rangel Avendaño se dedica a la apicultura desde hace una década y trata a sus pacientes con apiterapia, regularmente enfermos de diabetes e hipertensión, pero también para personas con problemas de tipo muscular, muchas veces tratadas a partir de lo emocional.

“Es la única terapia que regula todos los sistemas”, asegura el productor: se trata de una técnica muy antigua que se utilizaba desde las civilizaciones egipcias.

El entrevistado describe la apiterapia como un tratamiento sumamente antiguo, en donde se conoce incluso que los egipcios eran embalsamados con propóleo, y en la época de los griegos, se le denominaba la farmacia del hielo, por los beneficios de curación que tenía.

“Básicamente la apiterapia consiste en acupuntura, la cual tiene más de 5 mil años de antigüedad, usamos los mismos meridianos, los mismos puntos de acupuntura, pero en lugar de poner agujas, ponemos piquetes de abejas con una exposición de un segundo y en los mismos meridianos”, precisa.

Junto con los productos derivados de la colmena, la apiterapia da como resultado el fortalecimiento al sistema inmunológico y la regulación de los sistemas nervioso, endocrino, respiratorio y circulatorio; Rangel añade que la apiterapia por sí misma debe apoyarse con una buena alimentación, actividad física y buen dormir.

A través de la apiterapia, también se manejan las emociones de los pacientes, explica el productor, pues la mayoría de los padecimientos deviene de las emociones mal tratadas o mal asimiladas. Por eso, se usan puntos de liberación de emociones contenidas que son auxiliares en temas como depresión, porque actúa desde el estado de ánimo.

“Somos como un coche, cuando el coche no arranca no lo llevamos al mecánico y acumula malestares, lo mismo pasa con nosotros, nos vamos a acostumbrando a dolencias, y no tomamos medidas, vamos dejando la salud, y yo he visto milagros con este tipo de terapia (…) si quitamos la depresión es más fácil salir adelante, porque no tenemos esa carga emocional y lo principal, de todas las enfermedades es elevar el sistema inmune”, asegura el apiterapista.

Las enfermedades más recurrentes que se tratan en la apiterapia son hipertensión, diabetes y dolores en el nervio ciático, así como problemas en rodillas y circulación que se presentan principalmente en mujeres adultas, lo que afecta el estado anímico del paciente y, por tanto, se deprime el sistema inmunológico.

Desde la primera sesión, el especialista aborda la regulación del sistema inmunológico para tratar de superar la depresión y que ayude a estimular el sistema inmune: “Con el punto de liberación de emociones, manifiestan que liberan las emociones llorando y llorar no hace mal, hay que liberarlas, y no contenerlas”.

La apiterapia utiliza puntos de acupuntura para regular el sistema inmunológico, dependiendo de la enfermedad o dolencia de que se trate.

Desde la clínica Médica Maya Sur, en Chetumal, el apiterapista otorga servicios los jueves de cada semana, y afirma ser testigo de “verdaderos milagros”, gracias a esta terapia que utiliza abejas africanizadas para activar los sistemas.

“He visto personas que les dijeron que no iban a volver a caminar y lo hacen, epilépticos que dejaron de convulsionar, diabéticos que no consumen medicamentos, hipertensos que ya no toman la pastilla que era de por vida, es increíble como sale la gente adelante; pero sobre todo en lo anímico”, relata.

Procedimiento

Para la extracción del piquete de abeja de tipo africanizada -que es una especie de combinación de abeja europea y africanizada-, se toma al insecto del torso, se aplica en el meridiano y de inmediato se retira. El aguijón es casi imperceptible y en la punta tiene una glándula que es la que inyecta el veneno durante un segundo por la concentración de veneno de este tipo de abeja que se da en ambientes calurosos.

“Por la temperatura, es mayor la intensidad del ardor del veneno, el veneno contiene 46 químicos diferentes desinflamantes, péptidos, analgésicos, y 50 por ciento del total del veneno, la apitoxina, se refiere a la mielina o mielitina que es lo que arde”, detalla.

A través de la apiterapia como una herramienta auxiliar, también se tratan enfermedades como el VIH, a través de la activación del sistema inmune; además, el veneno de la abeja funciona como un antibiótico más poderoso que la penicilina y como un analgésico importante.

Alberto Rangel agrega que la apiterapia es segura, y que no causa reacciones alérgicas; añadió también que es necesario el consumo de miel para incentivar la producción y el cuidado de las abejas; además de las condiciones climáticas.

“Tenemos la mejor miel del mundo y no la estamos consumiendo”, dijo. Precisó que este año la cosecha de miel ha sido reducida en comparación con el año anterior, debido a la temporada de sequía.