Itzel Chan Mérida, Yucatán

PARA LA CULTURA MAYA LA ABEJA FUE UNA MUJER, LLAMADA XUNÁN KAB

Los Dioses convirtieron a una princesa en el laborioso ser, para procurar fertilidad

En torno a estos laboriosos seres existen diferentes historias, como la de Xunán kab, que significa Dama abeja o Mujer abeja, en referencia a una princesa maya que pidió su liberación a cambio de hacer el bien a la humanidad. Actualmente, a las meliponas les llaman de ese modo.

Rodrigo Navarro, cofundador de Miel Nativa Kaban, piensa que estas creencias tienen relación con mitos, pero también con el conocimiento del universo que ellas representan y abunda: “había una princesa maya muy bella, deseada por diversos príncipes; uno de ellos, hijo de un gobernante, quería casarse con ella. El padre habló con el de la princesa para cerrar lo que sería un trato de un amor impuesto; sin embargo, ella se opuso, pues no estaba enamorada y no quería tener un matrimonio infeliz. Su progenitor, al no saber cómo cancelar la promesa de matrimonio, lo único que se le ocurrió fue esconder a su hija. La llevó a una cueva en medio de la selva y sólo dejó un pequeño hueco para que ella pudiera respirar”.

Las leyendas también están basadas en el conocimiento del universo que representan los apreciados insectos: Rodrigo Navarro

– Mira, cuando lleguen se darán cuenta de que no estás y se irán.

Es ahí donde la historia cobra un giro trágico, pues el gobernante, padre del príncipe, al llegar y ver que la prometida no estaba, optó por mandar matar a toda la familia, -contó Navarro.

“Ya no había nadie para rescatarla; entonces acudió a los dioses para pedirles que la ayudaran a salir, a cambio de hacer el bien para la humanidad”, agregó Rodrigo, quien también es apicultor.

Fue así como la convirtieron en Xunán kab cuya misión es contribuir a la fecundación de las plantas al transportar el polen y posibilitar la reproducción de árboles, flores y frutos.

Dentro de la cosmogonía maya también se encuentra Ah Muzenkab, uno de los dioses más importantes en esta cultura, conocido como patrón de las abejas y protector de la miel en la península de Yucatán.

También es conocido como Dios descendiente o Dios en picada, cuya misión es sostener el cielo junto a sus cuatro hermanos.

Es representado con una abeja gigante que se encuentra de cabeza con panales en sus manos, en protección de la miel.

Antiguamente, este producto fue considerado como método de pago en el comercio, pero también como sustancia sagrada y energizante.